La Sociedad de la Información es un estadío de desarrollo social, caracterizado por la capacidad de sus miembros (ciudadanos, empresas y administración pública) para obtener y compartir cualquier información, desde cualquier lugar y en la forma que se prefiera.
1.
Exuberancia. Apabullante y diversa cantidad de datos.
4.
Velocidad. La comunicación, salvo fallas técnicas, se ha vuelto instantánea
5.
Multilateralidad / Centralidad. Las capacidades técnicas de la comunicación contemporánea permiten que
recibamos información de todas partes, aunque lo más frecuente es que la mayor
parte de la información que circula por el mundo surja de unos cuantos sitios.
El contenido de las series y los filmes más conocidos en todo el mundo suele
ser elaborado en las metrópolis culturales. Esa tendencia se mantiene en la
Internet.
6.
Interactividad / Unilateralidad. A diferencia de la comunicación convencional (televisión y radio),
los nuevos instrumentos permiten que sus usuarios sean no sólo consumidores,
sino además productores de sus propios mensajes. Sin embargo, la gran mayoría
de sus usuarios son consumidores pasivos de los contenidos que ya existen en la
Internet.
7.
Desigualdad. Numerosos autores, especialmente los más conocidos promotores de
la Internet, suelen tener visiones fundamentalmente optimistas acerca de las
capacidades igualitarias y liberadoras de la red de redes (por ejemplo Gates:
1995 y 1999 y Negroponte, 1995). Sin embargo la Internet, igual que cualquier
otro instrumento para la propagación y el intercambio de información, no
resuelve por sí sola los problemas del mundo. De hecho, ha sido casi inevitable
que reproduzca algunas de las desigualdades más notables que hay en nuestros
países. Mientras las naciones más industrializadas extienden el acceso a la red
de redes entre porcentajes cada vez más altos de sus ciudadanos, sigue siendo
ajena a casi la totalidad de la gente en los países más pobres o incluso en
zonas o entre segmentos de la población marginados aún en los países más
desarrollados.
8.
Heterogeneidad. En los medios contemporáneos y particularmente en la Internet se
duplican –y multiplican– actitudes, opiniones, pensamientos y circunstancias
que están presentes en nuestras sociedades.. Pero de la misma manera, puesto
que en nuestras sociedades también tenemos prejuicios, abusos, insolencias y
crímenes, también esas actitudes y posiciones estarán expresadas en estos
medios. Particularmente, la Internet se ha convertido en foro para
manifestaciones de toda índole aunque con frecuencia otros medios exageran la
existencia de contenidos de carácter agresivo o incómodo, según el punto de
vista de quien los aprecie.
9.
Desorientación. La enorme y creciente cantidad de información a la que podemos tener
acceso no sólo es oportunidad de desarrollo social y personal. También y antes
que nada, se ha convertido en desafío cotidiano y en motivo de agobio para
quienes recibimos o podemos encontrar millares de noticias, símbolos,
declaraciones, imágenes e incitaciones de casi cualquier índole a través de los
medios y especialmente en la red de redes. El empleo de los nuevos medios
requiere destrezas que van más allá de la habilidad para abrir un programa o
poner en marcha un equipo de cómputo. Se necesitan aprendizajes específicos
para elegir entre aquello que nos resulta útil, y lo mucho de lo que podemos
prescindir.
10. Ciudadanía pasiva. La
dispersión y abundancia de mensajes, la preponderancia de los contenidos de
carácter comercial y particularmente propagados por grandes consorcios
mediáticos y la ausencia de capacitación y reflexión suficientes sobre estos
temas, suelen aunarse para que en la Sociedad de la Información el consumo
prevalezca sobre la creatividad y el intercambio mercantil sea más frecuente
que el intercambio de conocimientos.
Autor: Raúl Trejo Delarbre (Investigador titular en el Instituto de Investigaciones
Sociales de la UNAM)





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